El entrenamiento físico, el desarrollo muscular y el gimnasio han ido más allá del tradicional club masculino. Con la publicidad sobre el estado físico y la salud y un estilo de vida saludable, las mujeres también se han unido al club. Sin embargo, los hombres y las mujeres tienen diferentes necesidades físicas.
Las necesidades físicas y de ejercicio de las mujeres se centran en los músculos de la parte superior de la espalda. La mayoría de sus entrenamientos también están diseñados para los músculos del estómago, especialmente aquellos que acaban de dar a luz. Al mismo tiempo, los ejercicios para mujeres generalmente están diseñados para perder peso. Y aunque los hombres tienden a concentrarse en el desarrollo muscular mientras que las mujeres trabajan para tonificar sus músculos, el entrenamiento de fuerza es importante para ambos.
Aquí hay algunas cosas para que las mujeres comiencen a desarrollar su fuerza muscular.
Facilita el desempeño de sus tareas habituales con un cuerpo físicamente fuerte. Las tareas serán más fáciles, levantar a sus hijos, la tienda de comestibles o la lavandería será pan comido. En consecuencia, reducirá la posible tensión en los músculos y las lesiones. El entrenamiento puede aumentar la fuerza de una mujer en un 30 a 50 por ciento.
Perder grasa al mismo tiempo. Un entrenamiento de fuerza realizado de 2 a 3 veces por semana durante un lapso de dos meses puede resultar en dos libras de músculos y significaría una reducción de 3.5 libras de grasa. Cuantos más músculos y menos grasa, más rápido es el metabolismo, lo que en última instancia significa que su cuerpo quema calorías más rápido de lo normal.
Lucha contra la osteoporosis. El entrenamiento con pesas aumenta la densidad mineral de la médula espinal, lo que significa menores posibilidades de riesgo de osteoporosis.
Lucha contra la enfermedad cardíaca y la diabetes. La mejora de peso mejora la salud cardiovascular al reducir el colesterol malo y la presión arterial. También mejora el uso de glucosa en el cuerpo en un 23 por ciento, lo que reduce el riesgo de diabetes.
El camino hacia un ser más saludable. No solo promueve un cuerpo más saludable, sino que también desarrolla una actitud más saludable y un corazón más saludable. Las mujeres que participan en el entrenamiento regular de fuerza tienen más confianza y una perspectiva más positiva en la vida.
Entonces, ¿cómo empezar?
Para aquellos que llevan estilos de vida muy ocupados, ir al gimnasio y comenzar un plan de ejercicios regular puede parecer la forma perfecta de mantenerse en forma. Pero para la mayoría, comenzar con un ejercicio de caminata regular es el camino a seguir. Comience a un ritmo manejable. Una caminata de 10 a 15 minutos es una buena manera de comenzar. Antes de un entrenamiento, asegúrese de estirar sus músculos principales. Trabaja tus músculos en la parte delantera de tus muslos. Estira los músculos de tus hombros parándote derecho y girando los hombros hacia atrás con un movimiento circular. Y, por supuesto, no olvides observar una nutrición adecuada. Cargue agua para evitar la deshidratación. Consume carbohidratos antes de comenzar tu entrenamiento.
Para aquellos con enfermedades de las articulaciones y los huesos, la natación puede ser una actividad menos estresante para los músculos.
Pero lo más importante es hacer tiempo para hacer ejercicio. Si no puede ir al gimnasio o comenzar un plan de ejercicio regular, asegúrese de que su día esté lleno de suficiente actividad física que lo mantenga en movimiento y siempre en movimiento. ¡El fitness femenino es la clave de tu belleza!